Reloj de agua
El sonido seco de una gota cayendo, ahoga el runruneo del frigorífico. Como un reloj de agua, marca el tiempo que escucha una figura en penumbra sentada al borde de la cama, contando los silencios que siguen a cada caída. No hay nada más, cuando un coche golpea el empedrado de la calle estrecha al tomar la curva que lo aleja. Otra vez la caída y la explosión de una nueva gota que amenaza con desbordar el tiempo a un dedo del borde del cacharro que la espera.
La figura permanece sentada,
aguardando la siguiente.
Siempre la siguiente.
Inmóvil.
Vacía.
La figura permanece sentada,
aguardando la siguiente.
Siempre la siguiente.
Inmóvil.
Vacía.
1 Comments:
Te he escrito.. pero no se si lo habrás recibido...
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