sábado, noviembre 24, 2007

Sueños escapistas

Cuando duerme,
a veces, sus sueños
tocan a la puerta
como pidiendo salir.

Por las bisagras,
la cerradura
o la rendija sobre el suelo,
a veces,
su sombra se escapa.

Baja por la cansada escalera
para asaltar los adoquines de la calle.
Sube a los balcones abiertos al verano.
Se cuela en los hoteles
y rastrea las habitaciones,
olfateando los pasos
que quedaron sobre la moqueta.

Son a veces las seis
y cuando sale el sol
se la encuentra,
la saluda
y con la escarcha del amanecer,
los dos caminan sobre la fría acera.